1.- La idea de que hacer un curso en el extranjero durante el verano es algo destinado únicamente a niños y/o adolescentes es algo obsoleto. Existen variedad de programas para adultos, becarios, au pair etc…

Si quieres  estudiar un idioma en extranjero, las posibilidades son muchas....

2.- 24 horas non stop! Hacer un curso de idiomas en el extranjero aumenta las posibilidades de aprender, no sólo durante las  clases, sino en el alojamiento donde te encuentres, en la calle, con las personas que conozcas…no tienes escapatoria, ¡acabarás soñando en otro idioma!

3.- ¿Quién dijo que hacer un curso es aburrido? Estudiar un idioma en el extranjero viene combinado con otra serie de actividades como deportes, excursiones etc. Si quieres divertirte, lo harás y si quieres descansar, ¿qué otra manera de desconectar  que en otro país?

4.-  Conocer otras culturas desde dentro. Los tópicos están muy bien, pero, ¿sabéis lo que es mejor?, comprobar si éstos son ciertos o no. Sólo conviviendo en el país se puede llegar a conocer lo mejor de cada uno de ellos, su gente, sus ciudades, pequeños pueblos, leyendas… suena bien, ¿verdad?

5.- ¿Y qué pasa si te vas solo/a? Pues absolutamente nada, mucha gente como tú también lo estará, y esta es la mejor manera de conocer gente, personas interesantes de otros países de los que aprender y también con los que divertirse…recordar que ambos tenéis una cosa en común para empezar: A ambos os gustan los idiomas y habéis elegido el verano para hacer un curso en el extranjero. Buena manera de romper el hielo ¿no?

6.- No todos los cursos son iguales, al igual que  las personas. Busca el que mejor se adapte a tus necesidades, seguro que lo hay, y si no, nos lo inventamos.

7.- Y por último, qué mejor placer que el de viajar…cientos de destinos que descubrir, Dublín,, Malta, París… ¿Cuál es el tuyo?

 Articulo escrito por Catalina Romero.